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jueves, 23 de octubre de 2014

I will never regret.

Cuando alguien me pregunta cual es mi mayor defecto tengo una respuesta bien clara: inseguridad. Y lo odio, lo odio mucho, me encantaría poder cambiar en este aspecto pero es dificilísimo.Hace aproximadamente un año me dijeron que en unos meses podría (vamos a llamarlo así) 'cumplir un objetivo', el cuál llevaba detrás de él un montón de años. 

- Me encantaría, lo estoy deseando, pero no se si estoy preparada. 
- Porque no? Sabes como entrenan, llevas años viniendo cada semana y sabes llevarlas.

Demasiada responsabilidad... El miedo a echar por tierra el trabajo de muchos años me daba mucho respeto. Pero sí, tomé la decisión y para adelante. Lo di todo, pero los primeros resultados competitivos no fueron del todo favorables. Cual era el problema? Demasiada autopresión y la transmití sin querer? Demasiada autoexigencia? A día de hoy no lo se, pero un whatsapp en el momento más indicado me hizo abrir los ojos.

- Tienes que confiar en ti misma y ya verás que lo demás lo notan y a diferente.
 
En ese preciso momento era como... ahora no hay nada que hacer, ya estaba el pescado vendido y los resultados no se podían cambiar. Así que decidí hacer un giro radical y plantear las cosas de distinta manera. Que falla? Tal cosa, buscar soluciones y métodos para llevarlos a cabo. Necesitaba buscar una motivación, tanto para ellas como para mí, marcar un objetivo.
 
Esto que os cuento pasó en mayo. Hace un rato me han comentado que ven a las niñas mucho más motivadas esta temporada, que nunca las habían visto así de trabajadoras y exigentes consigo mismas. Porque por muchas dudas que me asaltaron al principio y si sería capaz, cada día tengo más claro que si, que si se quiere puede. Es un reto difícil, y en ocasiones bastante duro. Pero te llega mucho que después de un duro día de trabajo llegues a entrenar y que tengan una sonrisa para tí, un 'coach, queremos trabajar esto' (algo que antes tenía que pedir casi de rodillas porque lo odiaban)... Las ganas de querer superarse tanto ellas como yo me pueden.  

Definitivamente, no me arrepiento para nada de la decisión que tomé, aseguro que la tomaría tantas veces como hiciese falta.