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jueves, 18 de marzo de 2010

El mundo es de los valientes

Todo el mundo tiene sus propios miedos. Sí, todo el mundo. Estoy convencida que no hay nadie que no tenga un miedo por muy pequeño que sea.
Parece una contradicción, pero es necesario enfrentarse a nuestros miedos. Aunque a veces no lo hacemos porque nos asusta perder a algún ser cercano a nosotros. Hay que intentar dar este paso y atenerse a las consecuencias, sin miedo a lo que pueda suceder después. Si no lo intentamos, siempre nos quedara la duda.
Últimamente me esta volviendo la vena artística. Y cada vez, me dan más ganas de seguir con "Eterno mientras dura"...

jueves, 4 de marzo de 2010

Señales del destino

Después de un tiempecillo sin meterme por el blog, hoy dejo una narración que hice para lengua castellana. Espero que os guste :)


Genial, ya estaba dentro de la casa. Me cuesta creer que por fin haya conseguido entrar, ha costado lo suyo. Nada más poner un pie en el edificio, me he dado cuenta el porqué estaba tan y tan precintada. Delante de mí tengo un cuadro que con solo verlo te echa para atrás. Se trata de una pintura barroca, horrorosa, pero seguro que a su vez es carísima. De hecho, me recuerda bastante a una que vi en historia del arte cuando aún estudiaba. Pese a la antigüedad del cuadro, se conserva estupendamente. Dejando a un lado la obra, me dirijo hacia el pasillo central. A ambos lados se ven fotos muy antiguas, supongo que tendrán cerca de siglo y medio. En una de ellas se aprecia la familia que habitaba en la casa.

A medida que voy avanzando por la casa, no paro de encontrarme objetos que en un anticuario pagarían una fortuna por tenerlos en su poder. Parece imposible en una casa con semejantes características, encuentre tales objetos.

Al final del pasillo hay unas escaleras… habrá que subir a ver que hay ahí arriba. Crujían mucho los peldaños, la madera estaba podrida. De repente, se oye entre el silencio y el crujido de los peldaños un sonido fuera de lo común en las circunstancias en las que me encontraba. Era wasting away de Mark Owen. Que oportuna es la gente llamando al móvil… Es de la agencia, así que lo cogí enseguida. Me recomiendan que salga de la casa en cuanto antes que hay peligro de derrumbe, pero la aquí servidora insiste que si no se ha caído en 150 años no se caerá en unas horas… así que sigo con lo mío. Pero de golpe y porrazo cambio de opinión, empieza a caer una lluvia monumental con truenos incluidos. Así que decido coger mis cosas e irme por donde he venido.

Al cabo de un rato, llego a la agencia y mi jefe me paró cerca de su despacho:

- Veo que al final te has arrepentido.
- ¿Yo? ¿Porque lo dices? – Haciéndome la tonta.
- Sabes perfectamente de que te hablo. Vamos al despacho y hablamos que esto queda entre nosotros y no quiero que se entere nadie.
Alberto, educadamente, me invita a pasar al despacho.
- Siéntate, haz el favor. – Con un tono muy serio
- Tú dirás…
- Exijo que me des explicaciones de porque no te querías ir de la casa cuando te he llamado. Si te llamo es por algo, no por puro placer.
- Alberto he entrado para tasar la vivienda, simplemente estaba haciendo mi trabajo. Así que por favor, te pido que respetes mi trabajo igual que yo hago con el tuyo.
Alberto se calló y, dándome la espalda, mira Madrid lluvioso desde la ventana del despacho.
- Algún día me agradecerás todo lo que hago por ti… pero hasta que no madures y te centres nunca lo entenderás.
- Perdona, pero creo que he entrado para que me eches la bronca por no hacerte caso, y no para que te pongas sentimental… o por lo menos eso creo.


Alberto me clava sus ojazos azules grisáceos en los míos. Creo que nunca me ha mirado así.
- No quiero que vuelvas a la casa. Te lo digo por tu bien.